DOMINGO DE RAMOS

Aunque con nublados, se pudo procesionar "La Borriquita" en Villaviciosa, aunque sin borriquita física, sí que estaba la virtual. Porque ver a los niños y niñas cantando por las calles con las ramas de olivo en las manos es, sin lugar a dudas, el espíritu de aquella primera procesión que hiciera Jesucristo por las calles de Jerusalén. Después de las calles llegó la misa y D. Antonio, nuestro párroco dejó traslucir sus emociones y volvió a ser niño cantando el Alabaré, o "Si el demonio viene o el ángel viene", se notaba la complicidad que mantiene con los más pequeños, y eso es un mérito de los niños que los adultos no tenemos, que saben sacar lo mejor de cada uno, porque con el cura nos emocionamos todos los allí presentes. El año que viene no sé si tendremos un paso de Borriquita, pero seguro que contaremos con los niños y niñas que seguirán emocionando al pueblo.